6.36 a.m., tras una larga pesadilla, leí. Cada vez el libro se pone más interesante. Valeria, Raúl, Eli, Ester, María, Bruno. Cada uno una historia. Que se unen por algún extremo de su vida, y cosas que hacen daño a unos, les hace felices a otros. Y todo ¿Por qué? EL AMOR. El amor que ha sido tan duro conmigo. He descubierto que existe el amor bonito, real, mágico. Y tambien he comprobado la existencia de un amor triste, difícil, duro, doloroso. El que yo siempre vivo. Y me pregunto, ¿Por qué a mi?, sera porque la vida es así y tal como muchas personas lo viven de la otra manera, yo ultimamente lo vivo así. No niego la vivencia de un amor bonito, porque, una vez lo viví aunque en dos etapas de mi vida; y tras todo esto, todo ha sido: sufrimientosufrimientoymássufrimiento.
Lo que cansa, y a la vez tienes una pequeña esperanza de sentirlo dentro de poco, o de que la persona por la que sufres un poco, te de alguna esperanza, aunque despues de todo, para que engañarme, nunca voy a llegar a nada con él. Aunque nadie lo sepa aún porque él sea imprevisible, él sera un gran tio; alguien que hara locamente feliz a alguna chica dentro de un año, o un par de ellos. Pero este enamoramiento repentino, a estas fechas y a su edad, no será posible. Tampoco él ha vivido nada de dulce amor, apenas yo tampoco, y si esta situación se presentase dentro de unos años, quiza todo iria bien, para mi injusticia, se ha presentado ahora debido a:
1. Mis faciles enamoramientos
2. Su dulzura
3. Tras medio conocerle interiormente, mi facilidad para enamorarme de rubios con los ojos azules es rápida y eficaz. No sé que veré en ellos. Siempre igual. Aunque tambien me puedo enamorar de chicos con otros rasgos, claro que puedo, pero con menos facilidad. Los rubios tienen una poco de ventaja en este tema.
De hecho, gracias a un rubio, con los ojos azules, creo en el amor a primera vista. Cuando me enamoré de él, fue mágico e inédito.
Tras todo esta quebradera de cabeza, hemos llegado a las 6.56 a.m. y aunque tenga sueño y seguro que unas ojeras de muerte, prefiero no dormir. Ese sueño me ha marcado, y es que era demasiado fuerte para mí.
6.58 a.m., estoy en mi cama, pensativa y con ganas de ver amanecer.
6.59 a.m. Ya mismo quiero levantarme y ver el precioso amanecer desde mi cocina.
Me pregunto, ¿y si escribiera un libro?
Sería interesante, pero no tendría tiempo para continuarlo. (7.00 a.m.)
Dejo de darle vueltas a la cabeza. Me levanto a ver el amanecer.
¡Hasta otra crisis emocional!
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